Esa estética de los cuentos de Dickens, esos jerseys y gorros grises y oscuros, el tono marrón de todo el video. Las caras de los del pueblo, todos con una pinta de "populacho", sin recursos, sin futuro, poniendo todas sus esperanzas en la lotería "que sí, que sí, que va a tocar".
Después de cada artista sale la sección de población a la que se dirige: Las niñas que ven sus hormonas alterar ante el insípido Bustamante. La pareja de enamorados que se abraza al escuchar el "compartir nuestra suerte" de Niña Pastori, en un ejemplo de trillada tolerancia interracial (nunca sale una negra, una gitana, una árabe... siempre una mulata, o una asiática. Qué buenos somos, solidarios a tope) la mujer cincuentona que admira a Raphael (Si, ese que canta voceando) mientras sus hijas sonríen y la miran "¡al fin puede mamá ver a su ídolo!", asociando a cada artista la ilusión de sus populacho-fans por verles. Porque al fin están ante ellos, en metáfora perfecta de la espera que al fin se ve cumplida. ¡Es el fin de todo lo malo! profetizan.
Que nos están jodiendo bien, y la solución es, por supuesto, plantarse ahí a esperar. A ver si toca. Y lo insultante de como nos representan, seres catetos y pasivos. Asco que me dais.
PD: Lo que me flipa es que el anuncio lo hayan hecho en la plaza del pueblo, y no en el sofá de la casa de alguno.
Habrá que salir a las mismas.
Y ahora a ver el video:

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