viernes, 8 de junio de 2012

Imanes


Acumulo imanes. Es un defecto de fábrica… o un legado de mi padre. No en vano la pequeña cicatriz de mi labio lo demuestra. Me la hice con 5 años con un imán y a mi padre le cayó una bronca tremenda de mi madre.

Me atraen, como les pasa a ellos. Juego a atraerlos y repelerlos. Los llevo por un circuito de cartón, o provoco huracanes sobre la mesa. Se alejan y se reencuentran, se van y se vienen.

Como tú.

Delgadez

A nadie se le ocurriría acercarse a una mujer obesa (amiga o conocida) y decirla "Jolín... que gorda estás. ¡Has engordado un montón! ¿Pero tú comes bien?"

Sin embargo cuando se trata de una mujer delgada parece que ese tabú se rompe. "Jolín... que delgada estás. ¡Has adelgazado un montón! ¿Pero tú comes bien?"

Sinceramente no entiendo la diferencia. Sería incapaz de criticar el físico de una mujer, de esa forma y en su cara. Sin embargo ante la delgadez parece que no existe ningún límite en lo que se les puede decir.

Tiene que ver igualmente con el concepto de belleza que se le exige a una mujer y lo detesto.



A Saray.

Primer escalón

Cansado de que las redes sociales engullan mis reflexiones, que desaparezcan en la nada... Cansado de escribir en cuadernos que caerán como mensajes en botellas al mar.

Sin más introducción que esta, empieza este caminar.